Para recibir este 2013, nos fuimos a la ciudad de Santa Teresita en el Partido de la Costa, en la provincia de Buenos Aires. Este viaje, cuyo motivo fue despedir el 2012 y darle la bienvenida a un 2013 lleno de proyectos, trajo consigo muchos recuerdos de mi infancia, ya que aquí soliamos veranear cuando era pequeño (casi hasta los 11 años).
A medida que nos acercamos a la zona de playas ya el airesito, esa brisa marina, nos invita a dejar todo e ir de inmediato a sumergir aunque mas no sean nuestros pies en el inmenso mar. Demás esta decir que es lo primero que hicimos. Llegamos y a la playa.
Apenas puse un pie en ella, un millón de sensaciones se apoderaron de mi. Como lo dije, muchas relacionadas con mi infancia (no tan lejana) y otra, la inmensidad que ese mar presenta ante mis ojos. El calor de la arena desciende por cada paso que doy haciendose mas corto el trayecto hacia el agua que es disfrutada por bañistas, deportistas y ahora por mí.
A todo este paisaje que nos regala la naturaleza, se le juntan los «infaltables» de la playa: los vendedores ambulantes, que ofrecen desde juguetes hasta los riquísimos choclos con mateca derretida; también nos encontramos con los deportistas, aquellos que esperan esta época del año para demostrar las multiples habilidades que poseen para la práctica de cualquier deporte que se les ocurra realizar.
La postal perfecta se logra cuando baja el sol, momento en el que se mezclan los últimos rayos solares con el mar, las pocas personas que quedaron del largo día, y en este caso, el muelle de pescadores que hacen de ésta una imágen única y hermosa.

Entrada la noche, el show debe continuar y es por eso que Santa Teresita, como otras tantas ciudades balnearias, nos ofrece «la peatonal». Una calle céntrica donde se encuantran la mayoría de los comercios de venta de ropa, souvenirs y restaurantes y, asi como la playa tiene los suyos, la peatonal también tiene sus «infaltables», como lo son el trensito de la alegría y los fichines. El primero una especie de tren cubierto de luces que recorre las calles céntricas de la ciudad. En el trayecto acompañan a los pasajeros (en su mayoría niños) personajes famosos de como super héroes de turno y algún otro tierno personaje de moda según la temporada.

Otro «infaltable» son los fichines, que son lugares con juegos electrónicos de todo tipo y algunos con quermeses que son la visita obligada de todas las noches o de aquellos días en que el astro rey no baña las playas.
Finalmente, y para aquellos que desean pasear por otro lugar distinto a la peatonal, en Santa Teresita encontramos la zona del Jaguel. Un lugar construido en un ambiente mucho mas tranquilo y rodeado por parques y mucha vegetación. Aquí también encontramos lugares donde comer, donde los niños pueden jugar y también con negocios de distintos rubros.

Como si esto fuera poco, aquellos que quieren alargar la noche, pueden encontrar boliches, canto bar, pubs y también a aquellos que les gusta apostar tienen un bingo.
Santa Teresita, como las otras localidades que forman el Partido de la Costa Bonaerense son una opción muy buena para pasar unos hermosos días en familia o amigos junto al mar.
Muchas gracias por leer este post, el primero de 2013, y continuar leyendo a Turytecnia.
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