Uno de los lugares casi obligatorios para conocer en la ciudad de París, es la Catedral de Notre Dame o Nuestra Señora.

La catedral esta en la Isla de la Ciudad que se encuentra sobre el río Sena. Río que pasa por esta ciudad francesa.

Ni bien llegamos y vimos la catedral se impuso frente a nosotros con estilo gótico y parecía estar custodiada por la escultura que representa a Carlomagno. Lo primero que se me cruza cuando veo este tipo de construcciones, mas allá de los temas religiosos, es pensar como carancho han realizado semejante estructura hace tanto tiempo atrás.

Al haber ido en invierno no tardamos mucho en entrar luego de pasar por los correspondientes controles de seguridad. Una de las frases que me cansé de decir en el viaje, «monedas y celular» 🙂 en cada lugar que ingresé.

Si ver la catedral de Notre Dame desde afuera ya es imponente, esto se multiplica al ingresar. Imperdible su estructura, sus obras de arte del culto cristiano, el altar, los vitreaux como el tapete que se ve sobre el suelo ni bien entras. En fin, tal vez algunas imágenes hablen mas que las palabras.

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Algo que me llamó la atención que tenia calefacción tipo central y el calor venia de unas rejillas en el piso. Muy bueno para los que como nosotros la visitamos en pleno invierno. También me llamó la atención algo que luego se repitió en otras catedrales o iglesias que ingresamos durante el viaje. Los lugares para sentarse a escuchar la misa u orar (al que sólo ingresan sólo aquellos que deseen hacer una de esas actividades) son unas sencillas sillas de madera. no usan los bancos largos que se suelen utilizar aquí en Argentina, por ejemplo. Y el motivo por el que me llamó la atención es el contraste de tanta suntuosidad y decoración en toda la catedral, se contrapone con la sencillez de los lugares para sentarse a escuchar la misa.