En el post anterior, contaba como llegué desde París hasta Londres. Pero llegamos hasta la estación, y había que alojarse.
En esta oportunidad nos alojamos en el Hotel Premier Inn que se encuentra en la zona de Hanger Lane, en las afueras de Londres.
Al llegar nos llamó la atención que no encontramos a nadie en la recepción, sinó una máquinas del tipo cajero automático con la que se podía hacer el check in. Imaginé que como mínimo te pediría algún número de reserva o algo por el estilo. Me dispuse a buscar los papeles con esos datos, y fue entonces cuando llegó un chico del personal y fue él quien nos realizó el check in de la manera tradicional 🙂
El hotel está muy bueno y cómodo. Sin dudas está preparado para pasajeros de negocios, mas que nada por su ubicación, bastante lejos de la ciudad de Londres. Mas o menos a unos 20 minutos en subte.
Las habitaciones son muy cómodas, como el resto de las instalaciones que podés hacer uso del hotel.
Es imperdible el desayuno que nos recibió la primer mañana que estuvimos en el hotel. Tiene de todo, y no se si me quedo corto. Pero está muy bueno, esta muy bueno. Mucha caloría toda junta para afrontar el invierno londinense.
Lo único que podría decirse que tiene en contra el hotel, es la distancia al centro de la ciudad, pero por un lado tiene a sus alrededores todos los servicios necesarios como ser supermercado, casa de cambio, a pocas cuadras un centro donde tenés las típicas casas de comida rápida. Y, además, tenés en la esquina del hotel la estación de subte que, a través de combinaciones, te deja en cualquier lado de Londres.
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