Una de las tantas cosas que me gusta hacer cuando tengo tiempo en los lugares que visito es caminar el destino y de ser posible meterme en sus mercados. En este caso en Budapest, tuve la oportunidad y ahí fuimos junto a la familia. Al mercado de Budapest.
El mercado no difiere mucho de los mercados que podemos conocer acá en Buenos Aires. Si, vale la pena mencionar que el de Budapest es enorme y consta de dos pisos, una planta baja y un primer piso.
En la Planta baja, te vas a encontrar con muchas cosas para comprar, principalmente artículos para preparar comidas. Verduras, frutas, varias opciones de paté, verduras a la vinagreta y embutidos son algunas de las cosas que he visto en mayor cantidad.
La planta mas alta esta dedicada al «patio de comidas» allí en horas del mediodía se llena de gente que va a almorzar. Tanta gente que se dificulta el paso por el único pasillo que tiene el mercado. Para ser sincero, no me atrajo ninguna de las comidas que allí se servían, a lo sumo podría haber pedido un pancho pero no lo hice; razón por la cual no puedo hablar de la comida.
También en este piso, te encontrás con souvenirs de la ciudad, gorros, bufandas (visité la ciudad en pleno invierno) y unas cajas húngaras a las que algunos le decían de seguridad y otros mágica. Es una caja que hay que aprender a abrirla y según la complejidad de la ésta, será mas o menos difícil poder descifrar como abrirla.
SI visitas Budapest, es una opción para conocer algo distinto en la ciudad. En futuros posteos acá en blog, seguramente cuente mucho mas de esta hermosa ciudad y de otras que tuve la suerte de visitar en mi recorrido por Europa.
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