Días atrás, visitamos Campanopolis, una aldea muy particular en Gonzalez Catán muy cerca del aeropuerto de Ezeiza.
La aldea fue creada por un empresario de Mendoza. Suele conocerse como aldea medieval, pero según nos cuentan los guías, la aldea fue concebida como una obra de arte, ni mas ni menos, una obra de arte.

Una obra de arte realizada con materiales que ya no se utilizaban, en su mayoría provenientes del ferrocarril. Fueron comprados en la década de los 90 cuando muchos fueron cerrados.
El título de aldea mágica no esta mal puesto, porque Campanopolis, en cierta forma es así, mágica. La aldea esta realizada en distintas etapas, y se pueden visitar entre otros lugares, la oficina de Campanopolis, la ciudad del campo, la casa barco con una particular forma de proa de una embarcación. Un molino del estilo de los que podemos ver en Holanda y muchas otras sorpresas que te vas a encontrar en este bello lugar.

Castillos con escaleras que no van a ningún lugar, interesantes parques, construcciones realizadas con materiales de acero, o piedras de alguna calle que fue pavimentada, rieles del ferrocarril de Londres, antiguas máquinas de escribir, planchas para calentar directamente al fuego, estatuas recuperadas y un gran número de otras sorpresas, son las que hacen a Campanopolis una aldea mágica, una obra de arte y porque no, una suerte de aldea medieval europea.

La parte más «moderna» de Campanopolis, que esta inconclusa por el fallecimiento de su creador, tiene una gran influencia de Gaudi. Una obra de arte a cielo abierto.
La aldea puede ser visitada de lunes a viernes de 8 a 17 y los sábados sólo por la mañana, de 8 a 12. Les dejo el link a la página de Campanopolis para más información.
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